El Encanto de Chejendé Exposición Retrospectiva

  Al igual que la mayoría de las tendencias de las Artes Plásticas el Arte Popular es el resultado de la cosmovisión que asume el artista o un colectivo de artistas con respecto al mundo, es el resultado de un imaginario, de una posición ante la vida. Con esto pretendo hacer una ruptura con algunos críticos que relacionan el Arte Popular, con términos delimitadores como ”arte rural” y otros con términos estigmatizadores como “arte no académico”, “arte sin escuela”o “arte del común”negando con ello su verdadera raíz. Carmen Dávila con su obra se enmarca dentro del el Arte Popular, ya que sus pinturas, dibujos y propuestas tridimensionales son el resultado de una cosmovisión que posee la gigantesca fortaleza de la libertad y la ternura caminando con el pueblo y sus vivencias por senderos que van más allá de la rigurosa realidad, el pueblo no solo en su dimensión socio política sino también en las dimensiones del corazón y el espíritu. En su obra (plástica y literaria)expresa las más diversas y profundas dimensiones del amor: el amor de pareja, el amor familiar, el amor patrio; el amor universal siempre en una conexión telúrica con la naturaleza, con el cosmos, con la espiritualidad,con la historia local y con lo mágico de dicha historia. Nacida en Chejendé, Municipio Candelaria, Estado Trujillo, ella nos cuenta:

•  Mi niñez la viví en casa de mi abuela paterna Rosa Dávila, y mi abuelo se llamaba Adelis Benítez, hijo del Juez del pueblo (Antonio Benítez) cuya familia era respetada por su carácter y disciplina para mantener el orden en este pueblo. En aquellacasa, el techo era de palmas ennegrecidas por el hollín, donde se formaban gotitas negras que nunca caían… y en las frías mañanas cubiertas de neblina todo parecía un ritual, los adultos se levantaban de madrugada y por consiguiente, nosotros también; sentándonos en una banqueta de tablas ubicada en la cocina, muy cerca del fogón…agrupándonos en el corredor con una jícara de bolón y un trozo de panela para entrar en calor.
  
  

  

Esta atmosfera inicial de humedades y climas, este ritual de los tiempos y los sabores, se fue incorporando a una autobiografía, a una crónica local de lo oculto, a cuentos, poemas y dibujos que fueron consolidando un discurso estético dialectico cargado de religiosidad y libertad,de desgarradura y sutileza, del cosmos, de las hojas, de las flores, de los ojos, de las miradas hacia la construcción de un mundo lleno de luz, de ternuras, de encantos. En esta retrospectiva de su obra desde el año 2000 hasta la actualidad muestra la coherencia y sinceridad del discurso asumido, propuestas técnicas novedosas dentro del arte popular, riqueza de tonos, matices, temáticas y elementos simbólicos. Con respecto a estas dos últimas riquezas Carmen Dávila nos cuenta sobre el fundamento de lo más reciente de su trabajo plástico:

• La Leyenda del Viejito del Encantoera el centro de conversación en la época de lluvias y neblina los abuelos se lucían al contarla rodeados de personas de la comunidad, ellos aseguraban que el Viejito del Encanto y su familia han existido desde siempre, que son seres pequeños y tienen el tamaño de un niño de cinco años, ellos se encargaban de cuidar las cosechas, siendo los guardianes de las aguas, atentos que los ríos en sus crecidas no afectaran las poblaciones, actuaban como un pequeño chaman con su bastón decía el abuelo Adelis, que muchos de los conuqueros sentía su presencia fuerte y se veían molestos cuando cortaban la vegetación cerca de las cabecera o vertientes de las aguas o en las orillas de las quebradas, así que cuando sembraban sus chaguas cerca de quebrada del filo ellos lo veían, también aseguraban que son responsables de las lluvias y magia de la neblina de nuestro pueblo, son protectores de los musgos que abundan en la loma, protegen nuestros suelos de la erosión para que sean fértiles…

Considero que hay un límite sutil entre el arte y la artesanía. Las propuestas tridimensionales de la artista, representan a un misterioso y maravilloso personaje sobre el cual hay un importante testimonio oral en Venezuela, El Viejito del Encanto, éste se presenta al espectador con infinitas variaciones a las cuales no sería apropiado llamarles esculturas, ni estatuillas, ni mucho menos muñecos. Su composición es un collage tridimensionalcon piedra, fique, semillas, cartón, madera entre otros materiales. Cada pieza es una obra diferente, no hay trabajo en serie, es metafórica, es arte, no artesanía. Con sus obras la artista nos traslada a los ríos, humedales, hojas, climas, alturas, a la sonrisa, a la maravilla y al encanto que definitivamente viviremos.

• Soc.Aldemaro Fonseca. Artista Plástico. Subdirector Académico IUTC. Cabimas.

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